Si estás aquí, no es casualidad.
Dentro de ti habita una fuerza ancestral, una medicina única, una sabiduría dormida que recuerda quién eres.

Tal vez hoy te sientes desconectada, cansada, buscando un espacio donde volver a ti.
Tal vez has cargado historias que no te pertenecen: mandatos, exigencias, memorias del linaje.
Pero tú no eres solo eso.
Eres fuego, intuición y creación.
Eres raíz, cuerpo y espíritu.

Mi propósito es acompañarte a recordar.
No vengo a sanarte ni a ocupar el rol de terapeuta, porque no te considero enferma.
No me muevo desde la relación “quien cura” y “quien necesita ser curada”.
Creo que estamos en tiempos de educación y conciencia, no de perpetuar la herida como eje de nuestra identidad colectiva.
Una sociedad que solo gira en torno a la herida es una sociedad que sigue enferma.

Yo propongo otro camino: el del reaprendizaje, la reconexión y la liberación.
Las herramientas que comparto —ancestrales, chamánicas, energéticas y naturales— sin duda pueden liberar, desbloquear y sanar, pero desde un paradigma que honra la herida como maestra.
El dolor no se niega: se reconoce, se abraza y se transforma en poder.
Es en esa alquimia —donde luz y sombra se encuentran— que surge la verdadera medicina.
Porque cada herida, al ser mirada con conciencia, se convierte en portal de fuerza, de sabiduría y de creación.

Te comparto prácticas que abren camino a la transformación:
chamánicas, como los viajes con tambor y las sanaciones con plantas maestras;
ancestrales y energéticas, como el breathwork, el reiki y la limpieza vibracional;
esotéricas, como la medicina de los cristales y las piedras;
y enraizantes, que te reconectan con la naturaleza viva a través de la herbolaria y las plantas medicinales.

También acompaño procesos a través de círculos de mujeres, espacios sagrados donde recordamos juntas nuestra naturaleza cíclica.
Allí, mediante rituales, astrología lunar, el trabajo con arquetipos de diosas y la conexión con nuestros guías y animales de poder, despertamos la hechicera y la chamana interna que siempre vivieron en nosotras —por linaje o por memoria ancestral.
En estos encuentros sanamos la herida de la bruja, reconociendo el poder y la sabiduría que por siglos intentaron silenciar, y que hoy vuelve a florecer en cada una.

Todas estas herramientas sostienen un mismo propósito: abrir el espacio de la alquimia interior, donde la reconexión con lo ancestral despierta tu propia medicina, tu poder y tu calma esencial.

Este es un espacio de regreso a la Tierra, al cuerpo y al útero como templo de creación.
Un portal hacia una vida más lenta, más consciente y más tuya.

Si algo en tu cuerpo dice “sí”, si sientes el llamado… estoy aquí para ti.
El camino comienza cuando eliges volver a ti.

Te acompaño. Te honro. Te espero.